9 de marzo de 2008

Elemento

Tras una búsqueda de años en la actividad teatral y performática, Lorena Avallar sorprendió a todos con la contundencia de "Elemental Body" (2007), presentada en el festival "Enlaces" en la localidad de Sáenz Peña.


"Elemental Body" (2007) es una performance duracional que se desarrolló durante los dos días que duró el festival interdisciplinario "Enlaces" de 2007, en un aula de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Lorena usó ochenta kilos de arcilla desplegados en círculos concéntricos dibujando un hogar-mandala y cinco horas diarias de trabajo.
La arcilla, elemento natural que se encuentra al margen de los ríos, es agua y tierra: la fluidez y el sostén, la emoción y la madre.
En los albores del hombre la arcilla se constituyó como materia prima de la civilización. Pienso en las vasijas, elementos de contención de agua y víveres, ahuecadas como vientres. Pienso en las tablas en las que los sumerios grababan con sus cuñas. Pienso en los jarrones funerarios del norte argentino y en los egipcios y sus jarras canópicas.
En esta performance la arcilla fue despojada de su funcionalidad para metamorfosearse en sí misma. Fue interrogada sólo como arcilla: Lorena jugó, amasó con todo su cuerpo, la golpeó, se ensució con la arcilla sin modelarla en otro objeto.
Lorena también agregó un componente de riesgo y compromiso que aportó interés a la propuesta: la arcilla deshidrata la piel extremadamente. Durante los dos días sufrió de una sed continua y consumió litros y litros de agua. Ella misma definió esta situación como una experiencia purificante.

Mientras prepara otras performances, Lorena estudia el I-Ching. En una ocasión preguntó a las monedas por qué los hombres creen en Dios, y éstas le indicaron Tiu: la Alegría.

Links
Web site de Lorena Avallar
http://www.strayaway.dk/LO.html

8 de marzo de 2008

La montaña: un encuentro con Sublamp

Armonía de espacios abiertos, soledad y distancia. El sonido como metáfora. Ryan Connor, desde Los Angles, reflexiona sobre el lugar de su música y la percepción: una postura filosófica que lo acerca a las sentencias más radicales y felices de Berkeley.
Camino, infancia y cotiedianeidad de "Shiverland" -que puede bajarse en forma gratuita desde su MySpace: ambientes ideales para las siestas de hoy y del porvenir.


¿Cuál es tu estación favorita?
Me gustaría decir que es el otoño, pero la verdad es que adoro la primavera. Pasé mucho tiempo en el frío mientras crecía y ahora aprecio los días soleados. El invierno es lindo de contemplar, ¡pero no puedo soportar el frío!
¿Por qué lugares te gusta caminar?
¡Solía caminar por todos lados! No tuve licencia de conducir hasta los venititrés años. Ahora, estoy viviendo en la ciudad más anti-paseo del mundo y tengo que conducir como cualquiera. Pero tengo un scooter y puedo ir cortando camino metiéndome entre el tráfico. Realmente amo caminar por ciudades que no conozco. O a través de vecindarios, por las noches, mirando los televisores encendidos parpadeando detrás de cortinados y ventanas. O a través de desiertos cañones, descalzo. ¡Realmente no hay nada que se compare con la arena tibia entre los dedos de los pies!
¿Qué musica escuchás cuando estás por dormir?
Ultimamente estuve escuchando "Elin" por las noches. Es un buen disco de duermevela. Pero si no tengo música, puedo ir a dormir sólo si hay algún tipo de ruido blanco zumbando como desde una trastienda: un ventilador o aire acondicionado. Solía dormir con la compañía de la estática del televisor. Yo creo que es porque escucho ruidos y zumbidos en mis oídos y me siento incómodo en absoluto silencio. Tal vez es por eso que baño mis canciones con diferentes capas de ruido blanco.
¿Cómo es tu casa?
¡Desordenada y pequeña! Tengo demasiados cables, demasiados equipos tirados por ahí. Aunque tuviera mi propio estudio profesional, igual ternirnaría tirado en el piso enredado entre cables de guitarra. ¡Así trabajo! Vivo en los suburbios con mi novia. Extraño la ciudad, aquí todo es demasiado seguro. A nuestros perros, creo, les gusta el patio de atrás.

Cinco cosas que necesitás para emprender un viaje...
Ipod, buenos auriculares, un cuaderno, lápiz y un pulóver confortable.
Un momento favorito de tu infancia es...
¡Yendo hacia EPCOT, donde me fue prometido un futuro repleto de autos-voladores y colonias espaciales!
Contanos sobre tu nuevo álbum...
Estaba leyendo "Así hablaba Zarathustra" y comencé a trabajar lo que luego iba a ser "Shiverland". Hay muchísimas metáforas sobre la montaña en ese libro que luego se mezclaron con mis propios recuerdos. Yo crecí cerca de las Montañas Rocallosas, donde mi padre trabajaba para el servicio de Parques Nacionales. Estaba buscando texturas en los sonidos; usé texturas naturales, caos y decadencia contra el orden natural de la biología y crecimiento. Fue muy importante para mí que todos los sonidos fueran originados a partir de cortes orgánicos, por eso no hay emulaciones electrónicas, ni trucos. "Airsnowtree" fue originado desde una tormenta de nieve que grabé mientras visitaba a mis padres, durante el invierno. "I move you do" es parte de unas grabaciones de fogón -y mi perro ayudó un poquito atacando el
teclado midi mientras estaba grabando.
¿Que significa "música"?
Creo que las raíces de la música se hunden en una parte ancestral del cerebro humano. Es un pre-lenguaje hecho de comunicación emocional. El tono de nuestra voz dice más de nosotros que las palabras que usamos, y el sonido de una emoción en una voz es algo universal. Vos podés fácilmente decir si alguien está enojado o molesto, aún si no conocés el idioma que usa. Es más, podemos vincularnos con los animales con el tono de nuestra voz. Estoy seguro de que mis perros se dan cuenta cuando estoy enojado o feliz con ellos en base a cómo les hablo. Y ellos me contestan usando tonos similares en sus ladridos, aullidos, gruñidos. ¡Música es un acceso emocional directo a la mente de otra persona! Es algo que sucede solamente en el interior de nuestras cabezas. Un sonido no se convierte en Sonido hasta que alcanza el oído de alguien (¡si un árbol cae en el bosque y no hay nadie alrededor percibiéndolo, el aire sólo vibraría!) -la música es lo más cercano a la magia que siempre tendremos.

2 de marzo de 2008

Música de sueños y jardines: "Elin" de Federico Durand

Durante los primeros días de enero de este año, fue editado el disco Elin de Federico Durand por el sello británico Imoto Records.
Las siete canciones-sueño de Elin conducen rápidamente a un lugar cercano a la niñez, donde las visiones y la fiebre conviven en un estado de constante armonía. No hay novedad, hay pura belleza; y esto sí es nuevo. Federico Durand logra decir lo que apenas nos es permitido vislumbrar.
En Elin podemos ver como la estética de un-recuerdo-que-no-es se nos presenta; así en canciones como “María tiene fiebre” podemos reconstruir –¿quizás?- las alucinaciones de una noche de pesadilla. Pero nada más alejado del horror que este disco.
En “Detrás de la colina ya es invierno” se puede apreciar la concreción absoluta del decir musical de Federico Durand: pura-sugerencia-que-instaura-el-espacio-tiempo: música que supera el decir.
Ecos de My bloody Valentine y de Brian Eno se suceden en una música que pareciera decir cómo es el verdadero lugar de este músico de Muñiz: la felicidad y la melancolía de un no-lugar.
Repetición y melodías perpetuas, armonías y fidelidad a una idea única.

Federico Durand: Elin
Imoto Records, 2008
Muñiz, Argentina

28 de febrero de 2008

Mi pequeño mundo de papel

Si tenemos hambre nos alimentamos de las manzanitas que penden de las ramas aledañas. Si tenemos frío -nos abrazamos. En mi cartuchera guardo la oblea que me dieras hace ya mucho tiempo. Mirá, la aldea subterránea ya está cerca. Mirá, a lo lejos se ven los portales que emergen por entre los campos de lavanda, los soportales de las escalinatas y las rejas del cuartel. Crucemos el bosquecito de bambúes y el puente de madera.
¿Y ese tintineo? Es la cierva blanca, haciendo sonar su cascabel: crocante, coralino. La tarde juega a "la cajita de música" -se deja beber en las raíces del jardín, se espeja en las tinajas que maceran licores en el templo. Una siesta larga, limpia -un río de diez mil años.

23 de febrero de 2008

Concierto entre los árboles

En enero, Peregrino viajó a Concepción, Chile –en la región de Bío Bío– invitado por un grupo de músicos de esa localidad. En este reportaje nos cuenta sobre sus conciertos en el bosque y nos habla de sus lanzamientos discográficos.

¿Cómo es Concepción?
Es una región rodeada de cerros y llena de naturaleza, que está en contacto con el mar. La gente que vive ahí la aprovecha, está en contacto con la situación.
La ciudad no es inmensa, pero es grande. Está descentralizada, y tiene un núcleo cultural que es la Universidad de Concepción, un lugar hermosísimo y muy grande. La gente que no estudia también la aprovecha caminando por ahí.

¿Cómo es la gente?
Hay un fervor muy grande por el dinero y por las cosas que uno puede conseguir con él. Excepto por los chicos que me invitaron, que son unos copados. Uno vive en el cerro pero tiene un equipo TwinReverb.
¿Cómo son los chicos que te invitaron?
El grupo se llama “Le Caine” y hacen una música re buena. Son dos guitarras, una batería –es instrumental- y tiran cintas. Es una música muy espiritual, y es lo mejor que pueden hacer ellos. Está muy bueno, verdaderamente muy interesante.
Hiciste una serie de cinco conciertos. ¿De qué se trataron?
Sí. El primer concierto fue altamente emotivo. Tocamos en un boliche a las siete de la tarde. Había muy poca gente, pero fue genial por la emoción que había dando vueltas. Al punto que había gente que casi se puso a llorar. Mucho fervor.
El segundo fue el más increíble, en un cerro que daba a la casa de Isaac, el chico que me hospedaba. Fue muy íntimo. Tuvimos que hacer una travesía cruzando dos cerros guiados por Isaac y una perra que todo el mundo conoce, una perra se que conoce todo Concepción y que sabés que te va a guiar. Ellos dos te guiaban y llegabas al lugar, que era como un cuarto rodeado de árboles, donde uno podía escuchar todo lo que estaba dando vueltas por el cerro y por la calle. Ahí fue el concierto, y estuvo re bueno. Se hacían historias re interesantes con la melódica, los sampleos, los casetes, y todo eso.
El tercero fue en el anfiteatro del San Pedro de la Paz, que está al costado de una laguna y en el medio de un bosque. Fue un concierto increíble, donde toqué con Isaac y salió una música genial. Fue altamente poético, y más en ese marco. Había mucha gente que iba a ver una obra de teatro que se iba a dar después, pero que escucharon con mucha atención y mucho respeto. Creo que la recepción fue muy buena. Y la naturaleza estaba siempre presente.
El cuarto fue al costado de la Laguna de San Pedro, y ese recital también fue muy bueno a pesar de contar con problemas técnicos. Hubo muy buena predisposición de todo el mundo para que todo saliera muy bien, y entonces salió todo muy bien. La gente estaba ofreciendo lo mejor que tenía, entonces fue como una cuestión de compartir sus habilidades. Fue como una comunión. Es una palabra rara, pero fue verdadero.
El quinto fue en la sede del Museo Nacional de Bellas Artes. Fue un concierto raro porque el museo está en un shopping, pero también fue un concierto bueno porque la gente que estaba ahí quería escuchar. Siempre toqué con la melódica y con las cintas, y en ese concierto toqué con un metalofón y con la m
elódica. Salía un sonido estéreo, se escuchaba todo y repiqueteaba todo en tu cabeza. Adentro del museo estaba pasando algo re bueno, y afuera era un universo absolutamente distinto: fue una isla dentro de ese lugar, que era una isla de por sí. Creo que musicalmente fue el mejor concierto. Fue muy lento.
¿De qué se trata el EP que sacaste hace poco?
El EP, que se llama “Árboles junto a la costa”, tiene cuatro temas y está íntegramente grabado con acordeón. Lo grabé en mi antigua casa, en mi pieza, con una portaestudio y el micrófono de una Super8, por lo que tiene un sonido muy cálido.
Este EP fue preparado para llevar a Chile. Tenía los temas desde hacía mucho tiempo y sentía que tenían que salir porque si no iban a estancarse; los temas están buenos y no está bueno que algo bueno se pudra. El agua tiene que correr; si no, se estanca y es un pantano.
¿Y el segundo disco?
Se va a llamar “Los Puertos Blancos”. Son siete temas. Dura aproximadamente 40 minutos, pero además del acordeón sumamos un sintetizador. Fue grabado en mi nueva casa, que es mejor. Es más metafísico. Sí, es absolutamente metafísico y tiene como unas cuerdas muy viejas, y puede parecerse a las películas del cine ruso del ’70.

Para escuchar:
Peregrino
www.myspace.com/peregrinoahoraeterno
Le Caine
Isaac Morgado
Loobeo