
Las siete canciones-sueño de Elin conducen rápidamente a un lugar cercano a la niñez, donde las visiones y la fiebre conviven en un estado de constante armonía. No hay novedad, hay pura belleza; y esto sí es nuevo. Federico Durand logra decir lo que apenas nos es permitido vislumbrar.
En Elin podemos ver como la estética de un-recuerdo-que-no-es se nos presenta; así en canciones como “María tiene fiebre” podemos reconstruir –¿quizás?- las alucinaciones de una noche de pesadilla. Pero nada más alejado del horror que este disco.
En “Detrás de la colina ya es invierno” se puede apreciar la concreción absoluta del decir musical de Federico Durand: pura-sugerencia-que-instaura-el-espacio-tiempo: música que supera el decir.
Ecos de My bloody Valentine y de Brian Eno se suceden en una música que pareciera decir cómo es el verdadero lugar de este músico de Muñiz: la felicidad y la melancolía de un no-lugar.
Repetición y melodías perpetuas, armonías y fidelidad a una idea única.
Federico Durand: Elin
Imoto Records, 2008
Muñiz, Argentina
Muñiz, Argentina
1 comentario:
FEDE, COMO SIEMPRE LAS MELODÍAS QUE CREAS SIGUEN LLEVANDOME HACIA UN LUGAR DONDE LA MÁGICA SERENIDAD ESTÁ SIEMPRE PRESENTE.
AMIGO, AGREGARÍA AL BELLO EPÍGRAFE DE ELIN QUE TU MÚSICA PERTENECE AL UNIVERSO TARKOVSKIANO.
Daniel Bustamante.
Publicar un comentario